Las increibles aventuras de marcianito luminoso!

miércoles, marzo 14

Llegamos a osorno!

El viaje fue como una pelicula de terror.

No, no de susto, de fome. Que hoy en dia, las peliculas de terror son horriblemente fomes... no como cuando uno era chico, y veia una de esas, y no podia dormir para no darle la oportunidad a las pesadillas a obligarte a recordar la pelicula de nuevo.

Como lo que me paso con IT. Se acuerdan de IT? Esa pelicula del payaso pennywise, un payaso blanco, con mechas rojas y cara de demente, que asesinaba a niños chicos.

Tuve que ducharme con la puerta abierta por un mes, porque ya veia que el payaso de mierda aparecia por el hoyito ese de la tina.

Algo barbaro.

Aqui tengo la pelicula en el computador, pero aun no me atrevo a ver.

Llegue a osorno, siii ya se!

Que tremenda cantidad de gente subiendo, bajando, subiendo, bajando, subiendo y bajando de buses provenientes de todos lados!

Este si que era un terminal de buses.

Y entremedio de ese mar de gente, tenia que estar pendiente con ojos en la nuca, para que mientras armaba mi bicicleta, no empezaran a desaparecer mis cosas de poquito a poco.

Y asi con mis 8 sentidos, dale sacando herramientas, poniendo ruedas, apretando tuercas, amarrando cables, y luego montando todo mi equipo ahi, en medio de la pasada de la gente, haciendo un disturbio de las mil madres.

Pasaron 20 minutos antes de que tuviera todo listo, pero apenas conseguido, di los ultimos apretes, y parti.

No le iba a regalar a osorno mas de media hora, que me quedaban 110 kilometros que me separaban de puerto montt... mi primer destino.

Asi que voy a un negocito chico para echarle algo a la guata, que el hambre en la carretera es algo tremendamente letal, y me dirijo al primero que vi, y que tuviera pocas moscas.

Una señora amable como cura de campo, me dio unos sandwuchitos que me calento en el microhondas, me dio una botella de bebida y otra vacia para poder llenarla con agua.

Todo a un modico precio muy conveniente para ambos.

Y luego aparecio su marido.

Un marino tatuado de casi dos metros ( a mi casi todos me parecen altos ) con un vozarron que hubiera podido doblar una cuna con su guagua adentro.

Le pregunto como salir de osorno para llegar a la carretera, y levanta su enorme brazo y lo deja caer sobre mi hombro izquierdo y me levanta, con una risa como de Ali Baba, y me dice: Te muestro en el camino.

Y yo ahi apretujado debajo de su enorme brazo, asustado le digo que si.

Y me llevo para afuera.

Yo pense... aqui mismo me viola el marinero del orto.

Y me llevo a una esquina y con su voz de mando de capitan de buque camaronero, me dice:

Dobla por esa calle y luego por la otra, y luego por esa, y sales a la carretera.

Me toma el hombro de nuevo, y me lleva de vuelta al negocio.

Me dice que el viaja a puerto montt en una hora mas, y que esperaba encontrarme en el camino. Que me iba a reconocer por la boina.

Me deseo suerte, me apreto la mano, se la pedi de vuelta y me fui, contento, pedaleando por esa calle, y luego por la otra, y despues por esa.

Habia empezado mi viaje.

En un cafe, de los muchos cafes que hay en el mundo, en una ciudad, de las muchas ciudades que hay en el mundo, escribo estas lineas... para ti.
:: a las 9:24 p. m., fueron palabras lanzadas a los vientos por Alvaro Roman!!!