Las increibles aventuras de marcianito luminoso!

El viaje no pudo ser mas espantoso. Consegui meter mi bicicleta abajo, pero pedir que metieran mis alforjas, mi carpa, mi mochila, mi trípode y todas mis porquerias abajo tambien, fue mucho pedir.

Asi que tuve que venirme con todo eso, justo encima de mi asiento. Todo eso durante los 60 kilometros que separan Cunco de Temuco. Eso sin contar paradas, y desvios que haciamos para meternos en pueblos que apenas si tenian nombre.

El viaje duro unas dos horas y dos horas del calor mas absurdo e infernal.

Cunco no tiene ninguna gracia. En este momento estoy tirado en la plaza, y supongo que la plaza es lo unico que se puede hacer aquí. Todos los jóvenes que he visto en este pueblo, estan tirados aquí en el pasto cerca de mi, en la sombra, tratando de esquivar el agresivo sol.



Algunos, los mas valientes, me han venido a saludar y me hacen las mismas preguntas y comentarios de siempre. Los mas timidos me miran de lejos y hacen comentarios mirando la bicicleta cargadisima de cosas, pero invariablemente todas las personas en este pueblo retroceso me miran cuando paso.

Ahora voy a ir al cuartel de carabineros, que toda ciudad por muy chica que sea lo tiene, y tengo que informar acerca de mi viaje, que llevo, en cuanto tiempo lo quiero hacer y etcétera etcétera.

Eso es por si se me rompe una pierna y tienen que irme a buscar en helicópteros y tanques.

En fin, es importante notificar una estupidez antes de hacerla.

En un cafe, de los muchos cafes que hay en el mundo, en una ciudad, de las muchas ciudades que hay en el mundo, escribo estas lineas... para ti.