Las increibles aventuras de marcianito luminoso!

No se que me paso, en que estuve pensando. A quien recorcholis recalcitrantes se le ocurria viajar un sabado por la mañana?

A mi, obvio!

Parti mi viaje a buena hora, obvio, la mañana esta linda asi que no habia problema. Sali de mi casa, y no podia creer lo pesada que estaba mi bicicleta. Yo giraba para un lado, y la bicicleta queria seguir girando. Ahí con un poco de costumbre vas viendo cuanto es necesario girar, para no girar mas de lo debido y terminar botado de cabeza en una zanja.

Me saque la foto en la carretera, la foto que me saco en cada viaje. He re afirmado la convicción que en cada viaje que he hecho, me saco la foto, y siempre me va bien. Es estupido pensar eso, pero supuse que tenia que sacarme la foto si queria que me fuese bien.



Fui a una bicicleteria, la primera que encontre abierta para encontrar el ungüento hipodermico intraneumatico de accion prolongada con efecto permanente. Como andaba con mis guantecitos de trabajo de todo, me los saque para sacar la plata.

Esos guantecitos son filetes. Filete se dice cuando algo es muy bueno. No se, supongo que lo invento alguien a quien le gustan mucho los filetes, o alguien que paso por mucha hambre.

Me dieron mi ungüento etcétera y me fui.

Llegue al terminal de buses y me di cuenta que no tenia los guantes, y me volvi!!

Jaa! Ahí tenia mis guantes el pelotudito.

Volvi al terminal, sonriente, y comprobe lleno de horror, que el sabado fue el peor dia para viajar. Yo estoy de vacaciones, pero el resto de la gente no!

Entonces, la gente aprovecha los dias sabado para viajar… igual que yo… solo que yo pude viajar cualquier dia antes.

En fin, llego y me doy cuenta que meter mi bicicleta en un bus va a ser una tarea sumamente difícil. Punto uno, me acabo de dar cuenta que buses que vayan adonde yo voy, no hay ninguno. Quiza salga alguno mas tarde.

En todo caso no me puedo mover en este mar de gente y debo quedarme quieto, porque en este lugar hay de todo, y me puedo dar vuelta y darme cuenta que ya no me queda nada.

Asi que estoy sentado, implorando al señor que todos estos pelotudos vayan a otro lugar y no al que yo voy, porque van a ocupar con sus bolsos, ropas, coches, guaguas, sacos, verduras, cajas, frutas, muebles y sillas, el espacio destinado para mi bicicletita. Ya me dijeron que era muy difícil viajar con mi bicicleta.

Sigo esperando a ver que pasa.

En un cafe, de los muchos cafes que hay en el mundo, en una ciudad, de las muchas ciudades que hay en el mundo, escribo estas lineas... para ti.