Las increibles aventuras de marcianito luminoso!

jueves, julio 13

Conscientizacion unanime de un proceso cognitivo.

No estaba dispuesto a pasar por el mismo ajetreo incandecente de agarrar a codazos a abuelitos indefensos, ni abrirme paso a puñetes por un pasillo infimo, donde solo cabe uno, y uno apenas. No le agregemos todos los bolsos que uno trae.

Poruqe uno solo, es suficiente. Asi es uno.

Entonces fui mas inteligente y decidi que todos bajaran primero y que se puñetiaran con toda tranquilidad antes de meterme en ese puñeteadero infame del que nadie saca nada bueno...

... quizas algunos moretones.

En todo caso, quien dijo que esos eran buenos?

Me quede sentado. Pero me alarme cuando descubri que despues de 13 misteriosas horas de vuelo, no hubiese gran ajetreo por salir del avion. Solo algunos se pararon y esos fueron los mas afortunados, porque este mundo, es de los vivos y vivos obvio...

... hay menos que los pavos.

Y esa vez, yo fui un pavo.

Cuando descubri que yo queria ser vivo, ya era demasiado tarde y en el momento en el que me pare con todas mis pilchas y cuestiones, ya se desparramo la "vivez" por el resto de los pasajeros.

Invariablemente me meti de nuevo en ese embrollo ( no se si va con H o no, no se me escandalice naidien, que tampoco es relevante ) y tate con empujar y meter codazos en los ojos de la gente sentada.

Entre el barullo y la batahola innerme ( nisiquiera se que significa esa palabra ) de la desesperacion emergente de personas presurosas de salir del avion, vi la cara de una niña sentada que no habia visto antes. Imagine que habia tomado el avion conmigo en atlanta, porque no me percate que hubiesen abordado mas pasajeros de otro avion, mientras volabamos en el cielo.

Y cuando la vi, pense que quizas si no fuera tan enorme de alta y tan cototamente grandota, podria haberse considerado como una mujer muy bonita.

Esta fue una vision de medio segundo y un pensamiento de segundo y medio. Que increibles los detalles de los que uno es capaz de recordar cuando escribe una historia que paso en realidad, no hace mucho tiempo, pero bastante en realidad.

Un empujon de quien sabe que vieja me saco de mis pensamientos y entramos a la seccion de primera clase donde, evidentemente, los unicos rastros que afirmaban que ahi hubo gente, son los restos mal doblados de un New York Times, y las bandejas de desayuno sin o a medio comer.

Llego a la puerta delantera izquierda ( lugar mas comun y frecuente para abordar y desalojar un avion ), donde me espera el piloto y algun otro miembro de la tripulacion y alguna azafata con cara de sueño, para desearme un feliz viaje.

Salgo por la puerta y me paralizo.

Una, por volver a respirar ese aire chileno, lleno de polvo contaminante y toxico, y ese smog de emanaciones mal fiscalizadas tan comun en mi pais, y otra... por el frio.

Hay que recordar que yo venia saliendo de los mas variados cambios climaticos... pase los 3 ultimos y mas crudos meses del invierno norteamericano, y me deslumbre con la maravilloza gentileza de la primavera boreal.

O sea, hacia calor.

Y cuando llegue a chile, me topo de vuelta con los ultimos meses del otoño... esos meses en los que uno recuerda el verano con nostalgia y comienza a hacerse el animo para aguantar 5 o 6 meses mas de frio, del frio mas cruel y con la unica esperanza de un retorno primaveral temprano.

Salgo de la puerta, por la puerta. Las ventanas son extremadamente chicas y no se abren, y me meto a una manga. Parecida a la manga de los futbolistas en estadios violentos, solo que aqui nadie me tira botellas ni vidrios rotos, y me meto a un tunel bastante helado que me lleva a la puerta de embarque numero me vale madre.

Doy el primer paso en la primera estructura solida chilena desde mi regreso, cuando alguien me toma el hombro y me da vuelta un poco bruscamente, y era la gringa esta paquetona gigante con cara de linda, pero grotesca.

Me estira la mano y me pasa una credencial que yo usaba en estados unidos para marcar mi ingreso al trabajo. Se rie con cara de tonta, quizas como diciendo: mas tonto eres tu por botar tus cosas en los pasillos.

Y nos fuimos caminando los 50 metros que separan una puerta de embarque de la otra. Me alcanzo a contar que iba a tomar el avion a buenos aires, y con un apreton de manos, me dijo adios.

Fue la amistad mas corta de todo el viaje, y quizas, de toda mi vida.

No tenia idea de nada, no sabia donde estaba, ni para adonde habia que ir, pero me dio lo mismo, porque este era mi pais, y aqui todo el mundo me entiende lo que digo.

Fue muy distinto cuando llegue a atlanta y preguntandole a los de mantenimiento tuve que tomar 3 trenes distinos, una tanteando, y otra siguiendo a los menos pajarones que yo, para saber en cual area de ese enorme aeropuerto tenia que hacer tiempo por 10 horas seguidas antes de tomar nuevamente otro avion.

Eso fue atroz.

Pero ahora estabamos en Chile, y aqui todo funciona a MI manera. Al menos eso fue lo que yo pensaba.

Un poco siguiendo letreros y otro poco siguendo pelotudos, llegue al sector donde se recupera el equipaje y espere como ninguno. Harto rato esperando pasar mis bolsos y paquetes que salieran del avion para poder largarme al carajo y nada.

Ahi veia como todos felices se reencontraban con sus maletas y yo maldicion aqui sin nada, con un puro carro de aeropuerto de mierda y vacio. Solo tenia mi mochila, mi camara, mi computador, mi almohada de jack skeleton y mi gorro.

Faltaba todo lo demas!

Ya me estaba haciendo la idea de recibir mi bicicleta y mi ropa en mi casa un mes despues y con sellos de roma.

Fui a preguntar a una ventanilla de una caja nada que ver, si la caja era muy grande, la pasaban igual por la conveyor? La conveyor es esa cosa por donde pasan las maletas, pero nose como se dice en español.

Chupate esa!

En todo caso me dijo que todas las cajas las pasan por ahi, grandes o chicas.

Y cuando ya no quedaba nadie casi, veo pasar una caja. Una caja enorme, que no hubiera pasado normalmente por la puertecita, y yo dije: aqui viene mi bici.

La agarre con no poca dificultad y la encarame en el carrito que habia agarrado para esa disposicion y luego de 5 minutos mas, mi maleta.

Que emocion mas grande y enorme cuando un viajero se reencuentra con sus cosas. Me imagino algo asi como el hijo prodigo.

Y me dispongo a salir del imponenente aeropuerto internacional, que ya lo habia descubierto bastante charcha. Pero ni sabia por donde. Habian varias filas, una de declaraciones, otra de no se que, y otra de no me acuerdo.

Me meti por la fila del no se que y ahi me preguntaron que habia en la caja.

- una bicicleta.
- y esta nueva?
- como se le ocurre...
- Ah... tiene que declararla...
- pero si esta nueva!
- si pero es el procedimiento...

Chuta, ya... me pasaron a una oficina y ahi me tiraron el palo. Que tiene que pagar, que el impuesto de esto, que la leserita de esta otra cosa, que mire que asi se internan las cosas en este pais, que la cosa asi funciona...

Y yo que pense que sabia como funcionaban las cosas en mi pais.

Pago el impuesto, me pasan mi bicicleta, la re subo al carrito de nuevo, y me voy a encontrar con mi tio que me estaba esperando afuera. Nos dimos un abrazo, uno de esos buenos que se dan cuando uno esta contento y nos vamos pa afuera.

Y ahi estaba la basura botada en la calle, los perros quiltros, las obras a medio terminar, los jardines sin pasto y todo... todo... amargamente desaliñado.

Ya no me senti tan contento que vinieran los gringos de afuera y fuera lo primero que vieran al bajarse del avion.

Me bajo un poquito de pena... pero ese era mi pais.

Y ese sigue siendo.

En un cafe, de los muchos cafes que hay en el mundo, en una ciudad, de las muchas ciudades que hay en el mundo, escribo estas lineas... para ti.
:: a las 2:10 a. m., fueron palabras lanzadas a los vientos por Alvaro Roman!!!