Las increibles aventuras de marcianito luminoso!

domingo, junio 18

Y llego la hora del adios…

Cualquiera pensaria que mis ultimas horas en estados unidos fue de placides y plenitud… Mentira.

Fueron las horas mas caoticas, desesperantes y presurosas de toda mi estadia.

Todavía no tenia mi computador, tenia una bicicleta que no queria, tenia que sacarme una foto en el capitolio y todavía no tenia ningun regalo comprado.

Que era lo unico que tenia?

Un auto sin frenos.

En realidad no era que no tenia frenos, sino que tenia un tremendo forado en la manguerita del liquido de frenos y dejaba mis huellecitas de aguita por donde yo pasara.

Han visto esas películas donde el malo corta con un cuchillo una manguerita por debajo de un auto y el chofer luego muere?

Ya, eso me pasaba a mi.

Asi que en un auto sin frenos yo no iba a ninguna parte. Claro que un tarro de litro y medio de liquido de frenos me decia que si.

Todos deberiamos tener un tarro de dos litros de liquido de frenos por si al malo se le ocurre cortarnos la manguerita esa.

Bueno, sali del trabajo a eso de las 3 de la tarde, me encomende al señor nuestro dios ( que ahora era mi mejor amigo ), a todos los santos, y algun cura por ahí haber si existia alguno bueno, y parti.

Llegue a madison y en cada parada me hacia a un ladito para rellener el cartuchito de los frenos con lo poco que me iba quedando del tarrito.

Mi primera parada fue en Best Buy, me baje corriendo del auto y no saque ni las llaves del auto… porque el auto no usa llaves, y me meti a la tienda.

- Quiero un computador.
- Que computador vas a llevar?
- Me da lo mismo… cualquiera… cual llevarias tu?
- Ese!
- No, ese cuesta 3000 dolares… no lo quiero.
- Entonces ese…?
- No, ese tampoco.
- Cuanto tienes?
- 800…
- Entonces llevate ese.
- Bueno.
- Son 800…
- Ahí tiene… que marca es?
- A ver… parece que es un toshiba. Quiere la extra garantia…? Oye, para adonde vas… no corraaas!

Y corriendo con la caja del computador en la mano, lo tire al sillon trasero del auto donde todavía estaba la bicicleta vieja pero nueva, rellene el tarrito de los frenos y parti presuroso.

Recorri los malls buscando regalos decentes acordes con mi presupuesto, pero no encontre nada decente, pero muchas cosas acordes con mi presupuesto.

Compre lo que pude y me alcanzaba y derechito a willy bike.

Ahí baje la bicicleta del asiento trasero como pude y evitando rayarla lo menos posible, y fui a hablar con willy.

- Esta bicicleta no me sirve, quiero otra.
- Pero porque no te sirve?
- NO ME SIRRRRRVEEEEEE…
- Ya ya, bueno bueno… cual quieres?
- Cualquiera… una buena.
- A ver… esa te gusta?
- Si, esta bonita.
- Ya, tienes los papeles…?
- Que papeles?
- Los papeles de esta otra…
- NO TEEENGGGO PAPPPEEEELLLEEEES!!!
- Ya, ya…! Vamos a hacer una excepcion…
- …
- Como la quieres?
- En una caja por favor.
- Para cuando?
- Para ayer… tengo un vuelo a chile mañana en la mañana.
- Los embajales demoran dos dias…
- TENGGGGO UN VUEEELO MAÑÑAAANNAAAAA!
- Si si, te parecen 20 minutos mas?
- Ok.

Y me entregaron una bicicleta en una caja, que nunca habia visto, que nunca probe, y que no me sabia ni la marca.

La caja era una cosa enorme… y no era tan enorme como el problema de meterla en el auto. Cuando la bicicleta esta entera, no hay problema… le sacas una rueda, el volante y ya.

Pero a una caja que le sacas?

La logica decia que la caja no cabia y no me interesaba, pero en ese momento la logica era molesta e innecesaria.

Nadie me pregunte como, porque no hay respuesta y si me pasan una caja de ese tamaño hoy dia, en ese auto y te juro que no la meto.

Pero esas condiciones eran distintas y si hubiera sido necesario la amarro con los cordones de los zapatos y la arrastro hasta mi casa.

No estaba para menudeces.

Deje la caja con mi bicicleta ahi, mi computador, agarre mi camara y parti al capitolio a pie, para poder sacarme la foto.



Llegue a Jefferson de nuevo, baje la caja que en este momento era inbajable, y empece a guardar todas mis cosas en bolsos y maletas.

Y ahora el problema tenia yo. Del 100% de cosas que tenia, podia llevar un 30. Asi que hice una selección a sangre fria y deje botadas en esa casa, miles de cosas que sencillamente no me podia llevar.

Afortunadamente, ese dia mi buen amigo Jesús se habia ofrecido a llevarme al aeropuerto en su camioneta, y eso me facilitaba muchisimo las cosas, porque no habia auto en el que cupieran todas mis cosas y lo peor…

No habia auto.

Tuve la oportunidad de conocer la casa de Jesús en White Water, una casa bellisima y compartimos juntos y con su familia un anoche llena de rayos, mientras nos mojabamos por una lluvia que parecia de fabula.



Y a cada estruendo yo gritaba de felicidad.

Ya se sabe que soy un demente.

Jesús me recogio en mi casa el viernes en la Mañana, y nos fuimos a Madison. De hora ibamos un poco justos, pero en fin, al final, todo bien.



Jesús fue de los mejores, el mejor. Es raro conocer a alguien tan sabio, esforzado, inteligente, trabajador y de buen corazon. Aprendi muchisimas cosas de el, y el seguro que aprendio cosas de mi.

Como a flojear, dormir hasta tarde y hablar leseras. Me siento orgulloso de eso.

Me dejo en el aeropuerto de Madison 10 minutos antes de mi vuelo. Fue una despedida corta, pero de esas que uno no quiere retrazar mucho porque asi por lo menos esta la maravillosa esperanza de poder volverlo a hacer.

A el, le regale mi auto y la mitad de mis cosas, el me regalo algo mucho mejor. Me regalo la fuerza para seguir adelante afirmada en mi propia voluntad, me enseño a ser bueno, trabajador y correcto y eso…

… no tengo como pagarselo.

10 minutos después, abordaba el avion que me llevaba lejos de ahí, y de todo lo bueno que habia tenido la oportunidad de conocer.



Fue un vuelo corto, pero intenso… un vuelo de esos buenos. Ya no habia nieve, no habia viento, y tampoco habia nubes. Tuve la oportunidad de ver a springfield por el aire, y hasta le pude tomar una foto a la planta nuclear.



Aterrizamos en Atlanta para embarcarme en un vuelo internacional… solo que a Atlanta llegue a las 12 de la tarde y el proximo vuelo era a las 9 de la noche.

No habia comido nada, y tampoco tenia la forma de hacerlo. Punto uno, no tenia plata y punto dos, no podia moverme del lugar en el que estaba porque estaba lleno de bolsos y cosas.

Asi que tome la coneccion wi fi del aeropuerto y estuve 9 horas mirando despegues y aterrizajes cada 20 segundos a vuelos desde y hacia todo el mundo.

Vi ponerse el sol en el aeropuerto, mientras el personal de mantenimiento revisaba y ponia en orden el avion que me llevaria de vuelta a chile.

Por la ventana los vi jugar a ser piloto, mientras se ponian la gorra y tocaban los controles de la cabina.



Llegaron las 9, y la hora de abordar. Hice mi chequeo, agarre todas mis cosas, respire bien hondo… llene mis pulmones de aire norteamericano, me despedi de ese suelo lejano y con el sonido de Jon Anderson y Hurry Home, preparado especialmente para la ocacion, me meti al tunel de embarque y mirando hacia atrás me dije…

Adios al Gran Estados Unidos.

En un cafe, de los muchos cafes que hay en el mundo, en una ciudad, de las muchas ciudades que hay en el mundo, escribo estas lineas... para ti.
:: a las 8:01 p. m., fueron palabras lanzadas a los vientos por Alvaro Roman!!!