Las increibles aventuras de marcianito luminoso!

viernes, junio 30

Y de vuelta.

Me meti con una mochila enorme y una chaqueta no tan grande en la mano izquierda, y en la mano derecha una bolsa, una almohada-peluche de jack skeleton, un gorro, y un bolso con una camara fotografica.

En un pasillo de un avion.

Donde cabe solamente uno. Uno, sin mochila, chaquetas, bolsas, almohadas, gorros y camaras.

Te metes al avion por una puertecita... que es la misma que usan normalmente para bajar... porque anormalmente tienen muchas mas, pero esas solo las usan cuando los aviones se incendian, lo que pienso, no sucede con mucha frecuencia.

Te metes por la puertecita, y ya no eres un pasajero comun y corriente. Eres una montania de equipaje, porque si quieres llevar el equipaje en la bodega del avion, te cobran por kilo y en los aviones, un kilo es harto.

Y con esa montania de cosas, tienes una dificil mision: Encontrar tu asiento.

Y realmente es una dificil mision, porque tienes la gran suerte de encontrarte en la misma situacion de muchas personas mas, que dejaron de ser pasajeros comunes, y se han convertido tambien en montanias humanas de equipaje.

Avanzas por los pasillos, que ya he dicho... estan diseniados para una persona... DESVESTIDA. Asumo que se entiende que son bastante delgados.

Avanzas por el pasillo, y viene la mas dificil mision: Pasar por primera clase. Porque los diseniadores de aviones, descubrieron que primera clase debe ir adelante del avion. Quizas para que lleguen primero y se bajen antes del avion, y para que no los hagan pasar hasta la cola y oler los olores a poto y pata del resto de los pasajeros que viajan sin dinero.

Pasas por primera clase, y descubres que a la primera clase le resulta bastante desagradable que la clase turista se encuentre atras, porque se encuentran con las montanias humanas que se dirigen a los asientos traseros.

O sea, yo.

Y voy por el famoso pasillito, rezando para que no sea el otro pasillito que va por el otro lado del avion, que ahi si que la hago de oro... y avanzas lentamente y pidiendo perdon a los pasajeros que ya estan sentados por los codazos y golpes con mochilas y bolsos. Adelante tuyo avanzan pasajeros tambien pidiendo perdon, y todo avanza con bastante agilidad hasta que...

Hasta que un pasajero que va delante tuyo, encuentra su asiento.

Ahora, este individuo tiene que meter un bulto que ocupa 45 centimetros cubicos, en un cajon del techo de capacidad de 25. Y mientras el neanderthall ese, se afana tratando de destruir todas las leyes universales de fisica general, tu tienes que mirar con cara de parroco al abuelito que esta debajo de tu mochila y pensando en que momento le das respiracion boca a boca.

El pasajero desiste de su vano intento de guardar su maleta en el cajoncito del techo, y se sienta. Pero deja la maleta en el suelo del pasillo.

Es una evidencia de lo mas obvia que no puede ir ahi. Pero nadie se atreve a decirle, aunque nadie tampoco puede pasar, y uno espera que entre ese mar catastrofico de gente desesperada, llegue una azafata ( o auxiliar aereo ) que por lo general tienen bastante habilidad en contra de las leyes universales de fisica, y despues de un par de minutos de intensa lucha, consigue meter la maletita del caballero en el cajoncito.

Aplausos.

Avanza la fila y sigues mirando el numerito de los asientos y luego otro que pilla el suyo y nuevamente la faena inutil de guardar su maleta.

Luego de 3 aplausos y vivas, encuentras tu asiento.

En ese momento tienes el poder y la autoridad que rige el funcionamiento de un avion: Detienes la fila.

Asi nada mas, te paras en medio del pasillo ( todo el pasillo es el medio, no hay bordes ) y con cara desafiante, anteponiendote a cualquier posible ofensa, te empiezas a sacar bultos, bolsos y cosas y las vas dejando amontonadas en el pasillo, mientras un caballero tiene su maleta sobre la cabeza del abuelito que se ahogaba con la mia hace 3 minutos atras.

Y comienzas a meter cosas en el cajoncito de 25 centimetros cubicos. La fila se comprime y presiona, porque los que aun vienen entrando al avion no comprenden que hay un pasajero que encontro su asiento. Todavia estas tratando de meter tus cosas, y comprendes que es inutil y te sientas.

Y miras a la furiosa fila de pasajeros que estan detenidos, y con los ojos medios cerrados los miras a todos como pensando...

...esta gente que no tiene paciencia.

Te encaramas todos los bolsos encima tuyo, los que entraron en el techo, bien, los que no, encima y la montania humana, se convierte en un asiento montaniez de equipaje. Porque debajo de esa mochila y esa bolsa, y esa almohada de jack skeleton y ese bolso de camara, todo coronado por un gorro...

... hay una persona!

Si, aunque no lo crean.

Y dices: 13 horas de vuelo las aguanta cualquiera en estas condiciones. Todo marcha bien, solo esperas que el resto de los pasajeros pille su asiento, para que el avion pueda despegar de una vez, pero tu lucesita roja de alarma se enciende cuando notas que hay problemas:

- Un pasajero, con todos sus bultos y maletas, se para a tu lado y te mira.

Y lo miras, quizas como diciendo: Que coincidencia... usted tambien viaja en este avion?

Y luego te mira, y te apunta con el dedo, ese asiento vacio que se encuentra justo a tu lado, y entremedio de los dos pasillos.

Comienza el madreo nuevamente de detener la fila y reorganizar el ecatombe cabalistico de desorganizacion napoleonica.

Despues de 5 minutos te sobas tus coyunturas adoloridas, revisas tus contusiones, y ya esta todo en orden... se sientan los pasajeros, y entremedio de todo ese escandalo encuentras una mitad del cinturon de seguridad, y comienzas a invocar al senior nuestro dios para que aparesca la otra.

En todo caso no hay lio... el cinturon no te salva la vida cuando el avion explota en el aire.

Te quedas quieto, intentas relajarte, te secas la gota de sudor que corre por tu frente, invocas al senior, y dices: Lo mejor es tomarlo con calma.

Tomas la palanquita del asiento reclinable, y la tiras con mucha fuerza hacia atras. Sientes una inclinacion tan leve, como la inclinacion de un pilar de sujecion de un rascacielos.

Y pasa una azafata presurosa. Le preguntas que pasa con tu asiento, y te mira con cara de bufalo, prueba la palanquita y te dice que esta bien, y se va.

Esta bien... esta bien... y en eso, se te salen los ojos para afuera y te quedas sin respiracion.

- El pasajero de adelante reclino su asiento.

El avion se mueve... dices que es bueno... el avion se mueve... dices que es bueno... toma la pista, no hay ruidos, el motor hace un ruido del demonio. La gente esta silenciosa, algunos murmullos cerrados, el avion queda al final de la pista y luego...

... brrrrrruuuuuuuuuuuuuummmmmmmmmmm!!!!!!!!!!!!

Y comienza a acelerar de la chingada. Las luces de afuera se ven veloces, muy veloces, las estrellas se hacen lineas y las lineas se estiran y derrepente... tate que pierdes la guata, que literalmente se quedo en el suelo, pierdes las luces, y bienvenido...

Estas en el cielo.

Recuperas tu guata mas arriba y te alegras de tenerla de vuelta.

Esa es una de las gracias de viajar un 14 de abril. El comienzo de la semana santa, cuando todo el mundo quiere ver a sus familiares.

Igualito a mi...

En un cafe, de los muchos cafes que hay en el mundo, en una ciudad, de las muchas ciudades que hay en el mundo, escribo estas lineas... para ti.
:: a las 8:37 p. m., fueron palabras lanzadas a los vientos por Alvaro Roman!!!