Las increibles aventuras de marcianito luminoso!

lunes, marzo 27

Situaciones extraordinarias y enciclicas cataclipticas.

Ese dia era lunes. Y patito chiquito tenia que volar.

Yo tenia trabajo… asi que tenia que trabajar. Pero patito chiquito tenia que volar, asi que sacrifique un dia de trabajo para irlo a dejar… pero patito chiquito me lo tendria que pagar.

Partimos a Madison, al famoso aeropuerto.

Ibamos por las calles ya bien familiarizados con el tronar de los frenos. En realidad, hasta nos gustaba un poco destacar con tanto ruido cada vez que frenabamos. Pero derrepente, algo paso, que dejo de sonar.

Y una cosa curiosa… dejo de frenar tambien.

Teniamos los minutos exactos para llegar ya bien atrazados al aeropuerto. Y bien blancos me fui manejando esa meca de auto. Cuidando distancia con el auto del frente, con semaforos y discos pares… fue un derroche fatal de catecolaminas.

Adrenalina como se dice normalmente.

Llegamos al aeropuerto, patito chiquito estuvo ahi el tiempo necesario para hacer la filita, darme la mano, y pasarme su penultimo cheque antes de subirse al avion…

Y Buena suerte amigo… que te vaya bien.

Y se fue el avion… y ahi me quede… rotundamente solo… con un auto sin frenos, en una ciudad que rugia mi nombre.

Mas dichoso que feliz, mas contento que alegre, me fui a dar una vuelta por Madison. Primera vez que andaba solo y tenia una ciudad gigante solo para mi.

Me estacione en un lugar muy lejano, a la orilla del lago, y como me gusta caminar, tome mi mochilita, marque el lugar con cristobal y me fui.

Yo creo que tambien ese fue uno de los dias top ten en mi rango de mayor felicidad. Me sentia en la punta del edificio mas alto del mundo. Era intocable, indestructible… era lo major.

Camine por todas partes, metiendome en tiendas raras… no andaba con ningun peso, pero no importaba… estaba ahi.

Fui a darme una vuelta al capitolio… total era gratis. Y de fuera, se ve una porqueria grande nada mas… un edificio bien grandote y bien blanco y nada mas… pero por dentro…

Por dentro… es otra cooooosaaaaaaa!!

Es una cosa fantastica… un laberinto de marmol… es como la capilla sixtina. No he estado ( todavia ) en la capilla sixtina, pero yo creo que voy a sentir algo muy parecido a lo que senti ahi.

Es tan grande y yo tan miserable, que me senti como una hormiga caminando entremedio de los dibujos de la suela de un zapato. Nadie sabe cuantas ganas tenia de tener una camara fotografica.

Me meti en un Tour al capitolio, y conoci sus salas mas secretas e importantes. Conoci la camara del senado, la sala de conferencias del gobernador… me sente en su silla… conoci la camara de representantes del gobierno… una cosa fantastica.

Si el tiempo me alcanza, voy a ir nuevamente con una camarita para que vean algo de lo que yo vi.

En el tour, habia una francesita. Una francesita bien bonita. Y dada las coincidencias y casualidades que gobiernan el mundo, habia vivido dos anios en chile. Asi que no nos paro la lengua en todo el tour.

Derrepente esas son las cosas lindas de viajar. Te encuentras con personas de todo el mundo que andan en la misma parada que tu, y te dan datos de interes como que cosas conocer cuando vayas a su pais, o que cosas no hacer… es un placer conocer gente de todo el mundo.

Termino el tour y me senti libre de nuevo.

Asi que segui recorriendo la ciudad, hasta que lei un letrero que me llamo enormemente la atencion…

“Museo de los veteranos de las guerras olvidadas”

Iba en la palabra veteranos cuando ya estaba adentro intruseandolo todo. Eran 4 salones separados por epocas y guerras… primero la Guerra de la independencia, luego la Guerra civil, y luego…

La I y II Guerra mundial.

Tenian un Mustang P 51 colgado en el techo. Mi avion favorito. Tan adicto a ese avion, que considere la posibilidad de ahorrar toda mi vida para poder comprarme uno.

Habia un tanque tambien, metido en un escenario con ropa y objetos reales, recreando una situacion de batalla en un bosque en belgica.

Yo era como un cabro chico en una chocolateria.

Me fui bastante luego, porque todavia habia mucho por hacer… lo mas importante. Tenia que ubicar donde estaba la tienda de Willy bike.

Me dijeron algunos entendidos que era la mejor tienda de bicicletas en todo Wisconsin, asi que debia ir para alla.

En Madison pasa una cosa fantastica. Hay una cultura ciclista muy profunda en esta ciudad. En todas partes ves bicicletas… estacionamientos para bicicletas en todas partes, ciclovias, casi todas las casas tienen bicicletas cubiertas de nieve en el patio… una cosa muy bonita.

Supongo que es porque la ciudad es tan bonita y tan llena de universitarios que hay algo asi como una tendencia a pedalear.

Asi que me tire de frente al primer baboso que venia pedaleando y le escupi en la cara: Donde esta Willy bike.

Y gracias a ese ciclista anonimo, pude llegar.

Willy bike, era una cosa fantastica. Todas las bicicletas de todas las marcas, los prototipos, accesorios, mochilitas de viaje de todos los tipos, usos y valores…

Ufff… me atrapo una vendedora y me pregunto que andaba buscando. Le dije altiro sin vacilar, y me trajo inmediatamente una jovencita, que ademas de saber de bicicletas como sabe un chinito de chino, habia vivido muchos anios en Barcelona y hablaba un excelente espaniol.

Total, que me pregunto que era lo que queria, para que, que precio, y me armo altiro un paquete de todo lo que me convenia y lo mas barato… y ya era barato.

Total, que vi una bicicleta que era un poco mas que fenomenal, que estaba carisima. Costaba algo asi como 600 dolares.

Pero como tenian tantas, estaba como a un 60% de descuento. Total, me salia mas barata que muchas de las bicicletas mas caras de chile.

El flechazo fue instantaneo. Esa bicicleta tenia que ser mia.

Y entremedio de un monton de suspiros, me fui caminando al auto, y tome el camino de vuelta a Atkinson.

Habia algo raro en el ambiente… el viento estaba algo tibio, habian nubes oscuras en el cielo, y se movian a una velocidad tremenda alla arriba. Las nubes se veian como masas de algodon azules que chocaban con fuerza entre ellas.

Todos los dias anteriores habian habido muchos rayos, asi que pense que ese dia tambien podria tener algunos.

Ese viaje fue muy bonito.

Fue muy tranquilo… de una paz no siempre percibida. Manejando por esas carreteras amplias, lineas amarillas al centro, bajo un cielo a punto de estallar, escuchando mi musiquita, fue un momento muy especial… de esos que recuerdas cuando quieres estar tranquilo.

Llego a la casa, y tenia que afrontar mi destino.

Mi primera noche en completa soledad.


En un cafe, de los muchos cafes que hay en el mundo, en una ciudad, de las muchas ciudades que hay en el mundo, escribo estas lineas... para ti.
:: a las 9:49 p. m., fueron palabras lanzadas a los vientos por Alvaro Roman!!!