Las increibles aventuras de marcianito luminoso!

Estuvimos toda la noche bailando, riendo, tomando licores baratos y viviendo la buena vida.

Fue todo muy bueno, y termino.

Y cuando termino, nos fuimos todos a nuestras casas.

Y cuando me venia para la mia en mi bicicleta, me detuve en el camino para arreglar las cosas de mi mochila.

Al principio no me di cuenta que alguien me hablaba, pero despues de insistir, me saque los audifonos y trate de ver desde adonde venia la voz.

Mire hacia un rincon oscuro y sucio, y ahi, entremedio de mantas y sacos, estuvo acostado un hombre, el que ahora estaba sentado, y me hablaba.

Me hablo con tanta finura y delicadeza, que borró de un solo pincelaso, la imagen que tenia yo que las personas que dormian en la calle eran personas ebrias y sin educacion.

Me hizo comprender que a pesar de lo que nosotros pensamos anticipadamente, existe una persona a quien nunca vemos, solo por evitar mirar, a quien tachamos de una manera, que provoca justificar el no mirar.

Solo me pregunto la hora, y pregunto con tanta educacion y amabilidad, que me sorprendi de los dos por lo extraño de la situacion y lo contrastante del contexto.

Bien podria haber sido el administrador de un banco, pero era un vagabundo, del cual estoy seguro, gustaba de vivir en la calle.

Ahora pienso en el, y pienso en cuantos mas miramos y evitamos ver, que se encuentran en su misma situacion, y nuestra ceguera nos impide ver...

... que tambien son personas, y quizas mejores de lo que nosotros podremos llegar a ser.

En un cafe, de los muchos cafes que hay en el mundo, en una ciudad, de las muchas ciudades que hay en el mundo, escribo estas lineas... para ti.