Las increibles aventuras de marcianito luminoso!

Anoche salimos con la Andy...

Lo pasamos mas bien... hace tiempo que no salia a bailar. En realidad no me gusta salir a bailar...




...por lo menos no cuando voy en plan de conocer mujeres.

Alla la mayoria de las mujeres son estupidas.

Una disco no es un buen lugar para conocer una mujer. Ellas se disfrazan llamativamente, se pintan, muestran sus atributos, y esconden sus defectos... en realidad son bastante plasticas.

Y mas encima, cuando las sacas a bailar, ni te pescan.

Era una estrategia bastante complicada y absurda para conseguir que una mujer se dedique a hablarte y consigas que baile contigo. Primero debias verte bien, no importa lo estupido que fueras, o lo puta madre que fueras con el resto del mundo...

... Tenias que verte bien.

Si te veias mal, lo mas probable es que recibieras un escupo en la cara. Pero una vez aprobada esta fase, viene la siguiente... que es conversar con ella.

Consistia basicamente en mentirle lo suficiente y con gran seguridad para que ella se hiciera la que te cree, y con un poco mas de mentiras, acepta bailar contigo.

La verdad, nunca llegue a esta etapa, porque nunca consegui verme bien.

( en realidad siempre fui bastante feo )

Pero mis amigos, me cuentan que era bastante complicado conseguir que una mujer te considere interesante.

Luego de eso, vienen los bailes, y luego los besos.

Siempre fui bastante malo para las discos, porque en las discos siempre prevalece la imagen antes del valor de cada persona, y justamente imagen, es lo que menos tengo. Eso y otras razones mas, me convencieron a potenciar mis virtudes interiores para formar lo que ven hoy dia en mi...

Esto.

Como que esto que?

Esto, baboso. Una persona con algo de tema para conversar que con cierta facilidad puede hacerte reir.

En fin, me prometi a mi mismo, no volver a ir a esos frivolos lugares de gente de papel, porque la desilucion de sentirme rechazado era mas fuerte que mis ganas de intentar acercarme a una mujer de mentira.

Me prometi volver a bailar a una disco, siempre y cuando fuera con pareja predeterminada: o sea, una amiga o una polola.

Y ayer fue la prueba de fuego.

Fui con pareja... la Andy.

Bailamos toda la noche, y bailamos bien. No me importaba nada, mientras toda esa gente de carton hacian desesperados esfuerzos por verse y parecerse bellos e interesantes.

Era quien queria ser, y lo hacia perfectamente.

Era yo, y estaba orgulloso de serlo.

En un cafe, de los muchos cafes que hay en el mundo, en una ciudad, de las muchas ciudades que hay en el mundo, escribo estas lineas... para ti.