Las increibles aventuras de marcianito luminoso!
martes, julio 26
Mi suiza amiga.
Hace varios años atras, tuve un amiga.
Se llamaba Sabrina Ris, y era de Interlaken, Suiza.
Formamos una linda amistad, limitada en que yo no hablaba mucho aleman, ella no hablaba mucho español, y los dos hablabamos un poquito de ingles.
Complicado.
Pero posible.
Hablamos varios años, dentro de los cuales me envio una carta, como las de antes. Una carta europea, trasantlantica e intercontinental, que demoro 3 semanas en llegar.
Recuperamos un poquito del romanticismo del correo clasico, y tuve en mis manos un papel europeo, escrito a mano.
Estuvimos planeando su visita para aca, y la verdad poco falto para que viniera.
El tiempo, la distancia, la limitancia linguistica y sepa dios que cosas mas, nos hicieron dejar de hablar. No alcance a enviarle mi carta y perdimos comunicacion.
Hoy me tope con esta fotografia. Es de algun lugar de los alpes suizos, pero da lo mismo cual. Y me quede ahi pensando, en ese lugar. Un pais de valientes y personas inteligentes que no permitieron la entrada a los alemanes y con ellos la guerra.
Me quede pensando en lo meticulosos que son para todo, en lo perfeccionistas, trabajadores, civilizados y concientes. En lo preocupados que son del medio ambiente, en la calidad de sus chocolates, en la arquitectura de sus contrucciones, en la ornamentacion de sus jardines y derrepente, me acorde de ella.
Llego como un recuerdo, un recuerdo lindo de una bonita amistad que tuvimos juntos. Me acorde de ella, de nuestras conversaciones y de la promesa que hicimos juntos alguna vez: Aprender aleman yo y ella el español.
De la nada le escribi un correo para saber si todavia vivia, y con la esperanza de que lo revisara, de la misma manera que un naufrago lo hace con una botella:
- Sin saber realmente si su mensaje al final llegara a alguna parte.
Espero prontamente poder cumplir con mi parte del trato.
Se llamaba Sabrina Ris, y era de Interlaken, Suiza.
Formamos una linda amistad, limitada en que yo no hablaba mucho aleman, ella no hablaba mucho español, y los dos hablabamos un poquito de ingles.
Complicado.
Pero posible.
Hablamos varios años, dentro de los cuales me envio una carta, como las de antes. Una carta europea, trasantlantica e intercontinental, que demoro 3 semanas en llegar.
Recuperamos un poquito del romanticismo del correo clasico, y tuve en mis manos un papel europeo, escrito a mano.
Estuvimos planeando su visita para aca, y la verdad poco falto para que viniera.
El tiempo, la distancia, la limitancia linguistica y sepa dios que cosas mas, nos hicieron dejar de hablar. No alcance a enviarle mi carta y perdimos comunicacion.
Hoy me tope con esta fotografia. Es de algun lugar de los alpes suizos, pero da lo mismo cual. Y me quede ahi pensando, en ese lugar. Un pais de valientes y personas inteligentes que no permitieron la entrada a los alemanes y con ellos la guerra.Me quede pensando en lo meticulosos que son para todo, en lo perfeccionistas, trabajadores, civilizados y concientes. En lo preocupados que son del medio ambiente, en la calidad de sus chocolates, en la arquitectura de sus contrucciones, en la ornamentacion de sus jardines y derrepente, me acorde de ella.
Llego como un recuerdo, un recuerdo lindo de una bonita amistad que tuvimos juntos. Me acorde de ella, de nuestras conversaciones y de la promesa que hicimos juntos alguna vez: Aprender aleman yo y ella el español.
De la nada le escribi un correo para saber si todavia vivia, y con la esperanza de que lo revisara, de la misma manera que un naufrago lo hace con una botella:
- Sin saber realmente si su mensaje al final llegara a alguna parte.
Espero prontamente poder cumplir con mi parte del trato.
En un cafe, de los muchos cafes que hay en el mundo, en una ciudad, de las muchas ciudades que hay en el mundo, escribo estas lineas... para ti.
:: a las 2:26 p. m., fueron palabras lanzadas a los vientos por Alvaro Roman!!!
