Las increibles aventuras de marcianito luminoso!
domingo, julio 10
Manias maniaticas sicoticas traumaticas
Si hay cosas que no puedo tolerar, lejos una de las peores, aparte de repetir algo mas de dos veces o ponerme un abrigo cuando ya estoy todo mojado, es sin lugar a dudas, tener las manos secas.
Real y sinceramente, es un espanto para mi tener las manos secas. Prefiero embetunarme las manos con caca lechosa de guagua diarreica con gonorrea cronica y pustulas sanguinolentas, que tenerlas secas.
Normalmente, no es ningun problema, porque la mayoria de las veces existe una posible fuente de agua para solucionar el asunto, pero cuando estoy trabajando en ese supermercado de mierda, no me puedo mover de mi caja ni siquiera para pedir perdon. Lo peor de todo es que cuando tengo las manos secas, no puedo tomar las cosas, no porque no pueda agarrarlas, sino por el sonido que produce frotar dos cosas secas y asperas como lijas sobre metales rugosos. Algo asi como rasguñar con uñas largas un pizarron de clases hasta que salga sangre de los dedos.
Lo peor para mi son las cosas asperas como por ejemplo las cajas de huevos, de carton, o bolsas de carbon y en segundo lugar estan esos billetes grasosos de mierda. Pegajosos por mocos ajenos y babas secas acumuladas por años... guack. Y la maldita boludez, es que mi trabajo consiste en tomar permanentemente cosas como esas.
Esas cosas las tengo que tomar con las palmas abiertas, y no con los dedos... que ridiculo me siento escribiendo esto.
Lo psicopatico maniaco transgenico y traumaticamente perverso de esto es que las manos se me secan salvajemente cada vez que me corto las uñas.
Van a pensar que estoy loco. Francamente no entiendo como me pueden influir tan seriamente insensateces tan ilogicamente irrelevantes.
Cuando estoy en el supermercado, no existe la opcion de mojarme las manos y la sensacion de sequedad cada vez se hace mas humillantemente insoportable, por lo que debo recurrir a las mas aquerosas e irresolutas peculiaridades fantasticas para capturar algo de humedad para mis manos. Cuando llegan cajas de helados, aprovecho el hielo que esta pegado... los clientes no entienden mi obstinada actitud de limpiar las cajas de helados.
En otros casos, mas desesperados, recurro tambien a diversas asquerosidades irresponsablemente incalificables como tocar las humedas y grasientas bolsas de carne, las pegajosas y pestilentes bolsas de pescado, y en casos de extrema urgencia he tenido que recurrir al detergente liquido que usamos para la limpieza.
Me siento cada vez mas completamente estupido al contar esto.
No pude expresar mayormente mi mas preciada felicidad cuando jubiloso y lleno de dicha, descubri un dia que en cada caja, ubicaron dispensadores de jabon liquido, y creo decir quizas no tan orgulloso, que debi ser la persona que mayores cantidades de jabon ha utilizado en un tiempo record.
Claro que la primera vez que lo use, senti en las manos un frio inusual y particularmente caracteristico que me produjo cierta extrañeza. Inmediatamente comprobe horrorizado lo que siempre temi: El jabon que dejaron a nuestra disposicion, estaba fabricado en base a alcohol, y como seguramente saben, el alcohol se evapora rapidamente, desapareciendo espontaneamente del recipiente que lo contiene, llevandose al mismo tiempo, el agua que lo acompaña.
Se han dado cuenta cuando beben, la rapidez con la que desaparece el licor de los vasos, dejando en su lugar una indescriptible sed que fuerza a uno a rellenar el vaso para despues no comprender como se ha vaciado nuevamente, literalmente justo bajo nuestras narices?
Es cosa de pensar nada mas cuando una noche tenemos un desmadre, nos encontramos con sed, compramos varias botellas de cerveza, las cuales bebemos en enormes cantidades, y al otro dia en la mañana despertamos con una sed tan espantosa y letal a la que sucumben incluso los mejores bebedores.
Lo mismo pasa con mis manos. El alcohol se evapora, se lleva la humedad y me deja las manos mas espantoza y horriblemente secas que antes.
Contra toda desgracia, tuve que desechar el uso del alcohol porque es contraproducente, y volver a utilizar contra mi voluntad, las pestilentes y desgraciadas tecnicas anteriores que me permiten sentir las manos suaves.
Si no hubiera trabajado en ese lugar, quizas jamas me hubiera dado cuenta de tan indisplicente y maniatica perversidad mental.
Raro, no?
Real y sinceramente, es un espanto para mi tener las manos secas. Prefiero embetunarme las manos con caca lechosa de guagua diarreica con gonorrea cronica y pustulas sanguinolentas, que tenerlas secas.
Normalmente, no es ningun problema, porque la mayoria de las veces existe una posible fuente de agua para solucionar el asunto, pero cuando estoy trabajando en ese supermercado de mierda, no me puedo mover de mi caja ni siquiera para pedir perdon. Lo peor de todo es que cuando tengo las manos secas, no puedo tomar las cosas, no porque no pueda agarrarlas, sino por el sonido que produce frotar dos cosas secas y asperas como lijas sobre metales rugosos. Algo asi como rasguñar con uñas largas un pizarron de clases hasta que salga sangre de los dedos.
Lo peor para mi son las cosas asperas como por ejemplo las cajas de huevos, de carton, o bolsas de carbon y en segundo lugar estan esos billetes grasosos de mierda. Pegajosos por mocos ajenos y babas secas acumuladas por años... guack. Y la maldita boludez, es que mi trabajo consiste en tomar permanentemente cosas como esas.
Esas cosas las tengo que tomar con las palmas abiertas, y no con los dedos... que ridiculo me siento escribiendo esto.
Lo psicopatico maniaco transgenico y traumaticamente perverso de esto es que las manos se me secan salvajemente cada vez que me corto las uñas.
Van a pensar que estoy loco. Francamente no entiendo como me pueden influir tan seriamente insensateces tan ilogicamente irrelevantes.
Cuando estoy en el supermercado, no existe la opcion de mojarme las manos y la sensacion de sequedad cada vez se hace mas humillantemente insoportable, por lo que debo recurrir a las mas aquerosas e irresolutas peculiaridades fantasticas para capturar algo de humedad para mis manos. Cuando llegan cajas de helados, aprovecho el hielo que esta pegado... los clientes no entienden mi obstinada actitud de limpiar las cajas de helados.
En otros casos, mas desesperados, recurro tambien a diversas asquerosidades irresponsablemente incalificables como tocar las humedas y grasientas bolsas de carne, las pegajosas y pestilentes bolsas de pescado, y en casos de extrema urgencia he tenido que recurrir al detergente liquido que usamos para la limpieza.
Me siento cada vez mas completamente estupido al contar esto.
No pude expresar mayormente mi mas preciada felicidad cuando jubiloso y lleno de dicha, descubri un dia que en cada caja, ubicaron dispensadores de jabon liquido, y creo decir quizas no tan orgulloso, que debi ser la persona que mayores cantidades de jabon ha utilizado en un tiempo record.
Claro que la primera vez que lo use, senti en las manos un frio inusual y particularmente caracteristico que me produjo cierta extrañeza. Inmediatamente comprobe horrorizado lo que siempre temi: El jabon que dejaron a nuestra disposicion, estaba fabricado en base a alcohol, y como seguramente saben, el alcohol se evapora rapidamente, desapareciendo espontaneamente del recipiente que lo contiene, llevandose al mismo tiempo, el agua que lo acompaña.
Se han dado cuenta cuando beben, la rapidez con la que desaparece el licor de los vasos, dejando en su lugar una indescriptible sed que fuerza a uno a rellenar el vaso para despues no comprender como se ha vaciado nuevamente, literalmente justo bajo nuestras narices?
Es cosa de pensar nada mas cuando una noche tenemos un desmadre, nos encontramos con sed, compramos varias botellas de cerveza, las cuales bebemos en enormes cantidades, y al otro dia en la mañana despertamos con una sed tan espantosa y letal a la que sucumben incluso los mejores bebedores.
Lo mismo pasa con mis manos. El alcohol se evapora, se lleva la humedad y me deja las manos mas espantoza y horriblemente secas que antes.
Contra toda desgracia, tuve que desechar el uso del alcohol porque es contraproducente, y volver a utilizar contra mi voluntad, las pestilentes y desgraciadas tecnicas anteriores que me permiten sentir las manos suaves.
Si no hubiera trabajado en ese lugar, quizas jamas me hubiera dado cuenta de tan indisplicente y maniatica perversidad mental.
Raro, no?
En un cafe, de los muchos cafes que hay en el mundo, en una ciudad, de las muchas ciudades que hay en el mundo, escribo estas lineas... para ti.
:: a las 11:09 p. m., fueron palabras lanzadas a los vientos por Alvaro Roman!!!