Las increibles aventuras de marcianito luminoso!
viernes, julio 1
Anoche me apropie de temuco!
Igual que los perritos.
El que me entienda se va a reir muchisimo.
Todo comenzo una fria y lluviosa noche de junio. Acababamos de salir del trabajo y las condiciones intrasendentes de la locuacidad magnificente me hicieron aceptar una delicada invitacion a comer basuritas contundentes y baratas.
Todo iba bien, la comida estaba rica, la bebida fria, y todo estaba perfecto, hasta que... se acabo.
La mesa vacia dejo un espacio de aire, y las angustiosas miradas de ausencia por algun momento no supieron que hacer... hasta que un grito, nacido como un susurro, desbarato la perpetua mesa, contagiando la atmosfera con un solo sonido.
- CERVEZA!!
Ahi empezo el caos.
Vino el hombre con las botellas y le devolvimos la mesera que teniamos secuestrada para el intercambio. Se acabaron las botellas y yo pense que despues de todo, habiamos sobrevivido con pocos rasguños.
Pagamos, nos fuimos.
Caminabamos por la calle, y una llamada fatal nos indico nuestro destino: Otra botilleria, donde estaba mi hermano y otros amigos.
La fatalidad del vaticinio me deberia haber preocupado, porque ya conocia cual seria la situacion reinante. De todas maneras, asumi mi condicion de medianamente ebrio y hice justamente lo que no debi hacer.
Ir.
Llegamos y volaron los golpes, mi cara me dolia, y provoque dolor en caras ajenas, aparecio la plata, llegaron las botellas, los fazos, mas golpes, mas botellas, mas fazos.
En fin, fue un desastre.
Las desvirtuaciones remanentes me forzaron a salir urgentemente de ahi. Asi que lo hice rapidito y sin demoras. No alcance a despedirme de nadie, y una vez afuera me dispuse a lo mio.
Cuando ya me iba finalmente, recorde algo vitalmente escencial: Mi espalda estaba muy liviana.
- DEMONIOS, MI MOCHILA
Intente hacer una nota mental de las cosas que habian en ella para ver si valia la pena volver, pero no lo consegui. Entre al lugar, y ahi estaba mi hermano con todos los demas, recupere mi mochila, y nuevamente, sigiloso como el viento, hui.
En el camino de vuelta a la casa, me sente en varios bancos para sentir el viento helado en la cara, y mirar como se mueven las nubes en el cielo, o sea para que se me pase la borrachera.
Derrepente, ahi, boludo como estaba, vi acercarse a un pobre animal empujando misera y complicadamente un auto viejo, abollado y evidentemente estropeado. Abri los ojos, y me vi empujando el cagon auto con el hombre adentro, y no partia jamas.
Rotundamente, cuando mi fuerza se agotaba estrepitozamente, el auto encendio, partio y se fue. Doblo por una calle...
Y no volvio mas.
Yo quede ahi, con mi cara de estupido, al medio de la calle tratando de recuperar el aire.
En las peliculas cuando uno ayuda a alguien, generalmente se sientan en la acera a conversar y fumar un cigarro. Me senti un poco idiota.
En la casa, fui cual felino acechando en la oscuridad, cual oscuro ninja que se dispone a atacar, cual depredador observando su presa. El silencio era mi aliado, y mis sigilosos movimientos no delataban mi presencia. Caminando sobre el aire, en ausencia de todo sonido, consegui no despertar a nadie y me maraville de mi mismo.
Caminaba sobre el aire cuando se cruzo el gato y...
- GGGGGGRRRRRRRRÑÑÑÑÑÑIIIIIIIIIIAAAAAAAAAAAAAAAAAAAUUUUUUUUUUUUUUUUUUU!!!!!!!!!!!!!
Le habia pisado la cola. Gato de mierda. Fracazo la mision. Se encendieron algunas luces y aparecio la andy con cara de sueño.
Beso de buenas noches, alguna breve explicacion y a dormir.
A la mañana, el tio jorge me pregunto porque yo habia echo tanto ruido cuando llegue...
... Pero si yo juraba estar caminando sobre el aire.
Lo que hace un poco de cerveza.
El que me entienda se va a reir muchisimo.
Todo comenzo una fria y lluviosa noche de junio. Acababamos de salir del trabajo y las condiciones intrasendentes de la locuacidad magnificente me hicieron aceptar una delicada invitacion a comer basuritas contundentes y baratas.
Todo iba bien, la comida estaba rica, la bebida fria, y todo estaba perfecto, hasta que... se acabo.
La mesa vacia dejo un espacio de aire, y las angustiosas miradas de ausencia por algun momento no supieron que hacer... hasta que un grito, nacido como un susurro, desbarato la perpetua mesa, contagiando la atmosfera con un solo sonido.
- CERVEZA!!
Ahi empezo el caos.
Vino el hombre con las botellas y le devolvimos la mesera que teniamos secuestrada para el intercambio. Se acabaron las botellas y yo pense que despues de todo, habiamos sobrevivido con pocos rasguños.
Pagamos, nos fuimos.
Caminabamos por la calle, y una llamada fatal nos indico nuestro destino: Otra botilleria, donde estaba mi hermano y otros amigos.
La fatalidad del vaticinio me deberia haber preocupado, porque ya conocia cual seria la situacion reinante. De todas maneras, asumi mi condicion de medianamente ebrio y hice justamente lo que no debi hacer.
Ir.
Llegamos y volaron los golpes, mi cara me dolia, y provoque dolor en caras ajenas, aparecio la plata, llegaron las botellas, los fazos, mas golpes, mas botellas, mas fazos.
En fin, fue un desastre.
Las desvirtuaciones remanentes me forzaron a salir urgentemente de ahi. Asi que lo hice rapidito y sin demoras. No alcance a despedirme de nadie, y una vez afuera me dispuse a lo mio.
Cuando ya me iba finalmente, recorde algo vitalmente escencial: Mi espalda estaba muy liviana.
- DEMONIOS, MI MOCHILA
Intente hacer una nota mental de las cosas que habian en ella para ver si valia la pena volver, pero no lo consegui. Entre al lugar, y ahi estaba mi hermano con todos los demas, recupere mi mochila, y nuevamente, sigiloso como el viento, hui.
En el camino de vuelta a la casa, me sente en varios bancos para sentir el viento helado en la cara, y mirar como se mueven las nubes en el cielo, o sea para que se me pase la borrachera.
Derrepente, ahi, boludo como estaba, vi acercarse a un pobre animal empujando misera y complicadamente un auto viejo, abollado y evidentemente estropeado. Abri los ojos, y me vi empujando el cagon auto con el hombre adentro, y no partia jamas.
Rotundamente, cuando mi fuerza se agotaba estrepitozamente, el auto encendio, partio y se fue. Doblo por una calle...
Y no volvio mas.
Yo quede ahi, con mi cara de estupido, al medio de la calle tratando de recuperar el aire.
En las peliculas cuando uno ayuda a alguien, generalmente se sientan en la acera a conversar y fumar un cigarro. Me senti un poco idiota.
En la casa, fui cual felino acechando en la oscuridad, cual oscuro ninja que se dispone a atacar, cual depredador observando su presa. El silencio era mi aliado, y mis sigilosos movimientos no delataban mi presencia. Caminando sobre el aire, en ausencia de todo sonido, consegui no despertar a nadie y me maraville de mi mismo.
Caminaba sobre el aire cuando se cruzo el gato y...
- GGGGGGRRRRRRRRÑÑÑÑÑÑIIIIIIIIIIAAAAAAAAAAAAAAAAAAAUUUUUUUUUUUUUUUUUUU!!!!!!!!!!!!!
Le habia pisado la cola. Gato de mierda. Fracazo la mision. Se encendieron algunas luces y aparecio la andy con cara de sueño.
Beso de buenas noches, alguna breve explicacion y a dormir.
A la mañana, el tio jorge me pregunto porque yo habia echo tanto ruido cuando llegue...
... Pero si yo juraba estar caminando sobre el aire.
Lo que hace un poco de cerveza.
En un cafe, de los muchos cafes que hay en el mundo, en una ciudad, de las muchas ciudades que hay en el mundo, escribo estas lineas... para ti.
:: a las 12:25 p. m., fueron palabras lanzadas a los vientos por Alvaro Roman!!!