Las increibles aventuras de marcianito luminoso!
martes, mayo 17
Nostalgias infantiles
Mirando un poco hacia el pasado, inevitablemente recuerdo mi infancia, y me veo igual que ahora pero menor, hablando de todo y a todos. No me callaba nadie. Hablaba de todos los temas posibles y al mismo tiempo.
En los paseos familiares, los amigos de mis papas se peleaban por llevarme con ellos en el auto, porque decian que era una buena entretencion en el camino. Todavia me veo ahi parado, entre dos asientos, con un pan entero baboseado y desecho en la mano, disparando palabras por todos lados, mientras el camino se acorta y se acorta.
Con el tiempo, la palabreria se convirtio en silencio, y el silencio en distancia. Ya no soy el niño simpatico que hablaba de todo y que todo el mundo queria.
Y me puse a pensar porque.
Y llegue a la conclusion que me calle, porque a nadie le interesaba lo que decia. Era como la radio que esta prendida pero que nadie escucha. Como era chico, no me daba cuenta, entonces no me importaba.
Pero creci.
Por ejemplo, cuando hablaba con mi mama, yo le contaba cualquier cosa y ella me miraba, y me sonreia y seguia haciendo lo suyo. Me di cuenta que sin importar lo que le contara, ella hacia lo mismo, por muy bueno o malo que fuera, y me empece a dar cuenta que siempre fue la misma sonrisa y despues, a hacer lo suyo.
Bueno, me di cuenta que era para mostrarme que estaba en otra cosa, y que no tenia tiempo para escucharme. Asi fue con mis pequeños grandes logros, mis problemas, mis conflictos y mis sueños.
Hoy dia ella tiene 5 silenciosos hijos, unos mas que otros. Y como vivimos afuera de la ciudad, es muy dificil salir de aca.
Ella se pasea por la casa haciendo sus cosas hablando sola, y nos reclama porque cuando nos habla...
... la miramos y le sonreimos.
En los paseos familiares, los amigos de mis papas se peleaban por llevarme con ellos en el auto, porque decian que era una buena entretencion en el camino. Todavia me veo ahi parado, entre dos asientos, con un pan entero baboseado y desecho en la mano, disparando palabras por todos lados, mientras el camino se acorta y se acorta.
Con el tiempo, la palabreria se convirtio en silencio, y el silencio en distancia. Ya no soy el niño simpatico que hablaba de todo y que todo el mundo queria.
Y me puse a pensar porque.
Y llegue a la conclusion que me calle, porque a nadie le interesaba lo que decia. Era como la radio que esta prendida pero que nadie escucha. Como era chico, no me daba cuenta, entonces no me importaba.
Pero creci.
Por ejemplo, cuando hablaba con mi mama, yo le contaba cualquier cosa y ella me miraba, y me sonreia y seguia haciendo lo suyo. Me di cuenta que sin importar lo que le contara, ella hacia lo mismo, por muy bueno o malo que fuera, y me empece a dar cuenta que siempre fue la misma sonrisa y despues, a hacer lo suyo.
Bueno, me di cuenta que era para mostrarme que estaba en otra cosa, y que no tenia tiempo para escucharme. Asi fue con mis pequeños grandes logros, mis problemas, mis conflictos y mis sueños.
Hoy dia ella tiene 5 silenciosos hijos, unos mas que otros. Y como vivimos afuera de la ciudad, es muy dificil salir de aca.
Ella se pasea por la casa haciendo sus cosas hablando sola, y nos reclama porque cuando nos habla...
... la miramos y le sonreimos.
En un cafe, de los muchos cafes que hay en el mundo, en una ciudad, de las muchas ciudades que hay en el mundo, escribo estas lineas... para ti.
:: a las 1:09 a. m., fueron palabras lanzadas a los vientos por Alvaro Roman!!!