Las increibles aventuras de marcianito luminoso!

martes, mayo 3

Asi voy a llegar super lejos...

Llueve.

Pero llueve como si dios se hubiera arrepentido nuevamente de habernos creado. Llueve como si quisiera inundarnos a todos, y en nuestra desesperacion, enviarnos a chingar a nuestra madre.

En todo caso, lloviendo como estaba sali.

Me puse unos pantalones, una polera y un chaleco. Y sobre eso, me puse mi super traje impermeable hipodermico con retroaccion multiple cuantitativa. Resumiendo y para que se entienda bien, es un traje megatronico injector de hondas metafasicas de indole supercumbirumbicas con inversoproyecciones radiologicas.

O sea, no me mojo.

Y con la confianza que caracteriza la retroaccion cuantitativa de inversion radiotopografica, me puse debajo de todo eso, mi reproductor de mp3 nuevecito de paquete. Tenia que haber tenido mucha confianza para ponerlo ahi, sabiendo que salir afuera equivalia a atravezar un campo de batalla con un jarron de porcelana balanceandose en una escoba.

Resumiendo, disfrazado de robocop como estaba, sali al patio y deje que las gotas mojaran mi traje radiactivo. La primera prueba fue satisfactoria, y me subi a la bicicleta.

Feliz iba por la carretera, mirando con burla a la gente mojada, cuando llevaba como 4 o 5 kilometros de burlas, y la rueda trasera empezo a sonar y sentirse rara...

Mire para abajo y estaba pinchada como... pinchada como... mmm... eeehmm.... como algo bien pinchado.

Mire al cielo, busque a dios y lo maldeci con furia. Despues me saque el agua de la cara, mire hacia la rueda, y volvi a maldecirlo.

Cuando lo hube maldecido unas 2 o 3 veces mas, comence a caminar mientras la gente corria huyendo del diluvio infernal, y yo caminando por la carretera mientras los 8 circulos octogonales del hogar de belcebu caian furiosamente con violencia, comprendi que aun no me habia mojado y nuevamente, con mi bicicleta, esta vez en la mano, sonrei otra vez.

Y vi, con deleite como las nuves negras como noches se abalanzaban sobre los arboles descargando iracundas su tormenta plumbica, formando en el suelo nuves menores de agua pulverizada.

Se me mojaron las zapatillas y se llenaron de agua, pero ya no importaba. Estaba lo suficientemente feliz. Camine y camine, y mire nuevamente y rei por estar presente nuevamente en el espectaculo del fin de los tiempos.

Llegue a mi casa, y todavia no se pasaba el agua, y me puse debajo de un chorro de agua que caia del techo, solo a modo de experimentacion. Parecia que estuviera bajo una ducha cataplictica e infernal, pero mi pulento traje, resistio estoico los embistes de la naturaleza.

Entre a la casa, espante a mi madre, porque penso que con mi ropa ya no habia mas que hacer, hasta que baje el cierre del araquidonico traje, y revele perpetua e impasiblemente la aridez palpitante del sector interior.

Todo el interior se hallaba seco, como si nada nunca lo hubiera afectado. Me saque los supermegatripticos pantalones y lo mismo. Nada. Todo estaba en orden.

Por ultimo, desenfunde mi reproductor, lo analice, y ahi estaba, indemne esperando nuevamente salir para acompañarme en mis aventuras.

Da gusto salir a...

... mojarse.

En un cafe, de los muchos cafes que hay en el mundo, en una ciudad, de las muchas ciudades que hay en el mundo, escribo estas lineas... para ti.
:: a las 7:07 p. m., fueron palabras lanzadas a los vientos por Alvaro Roman!!!