Las increibles aventuras de marcianito luminoso!

martes, abril 26

Jugando al doctor.

Hoy dia fui citado a mi universidad con traje de doctor, para ir a la clinica del doctor, para recibir personas que traen sus mascotas al doctor, para jugar a saben que?

Al bombero.

Llegamos vestidos, al mas puro estilo "animal planet" y nos pusimos a disposicion del medico cirujano a cargo. Sin tener idea de nada, con nulos conocimientos en el tema, tanteando el camino, improvisando nada mas, tuve que hacer un transplante de corazon exitoso, una delicadisima cirugia cerebral y someter a una compleja terapia radiactiva contra cancer a dos pacientes.

Naaaaaaaaaa... tuve que pararme ahi como los babosos que no saben nada y preguntar como los babosos que menos saben.

Llego una gata enorme llamada Dominga, muy femenina ella, delicada y felina. Llevaba varios meses en esa familia, la querian como a una hija mas, le ponian ropita de gata y cosas de esas que hace la gente tonta. Y la traian para esterilizarla, procedimiento comunmente normal en los animales de los cuales no se desean hijos.

No querian gatitos.

La doctora hizo un minucioso examen clinico, nos pregunto ciertas obviedades, comparamos su condicion corporal, su estado de salud, y asi infinitas cosas, y cuando habia que hacer el analisis en si de la presunta operacion, solto a la gata, le bajo la cola y dijo:

- Uy... es domingo.

La señora e hijas, dueñas de la gata, se miraron entre ellas riendo al principio. Luego, aun riendose, miraron a la doctora y notaron que no se reia. Y cuando finalmente me miraron a mi, ya sin tanta sonrisa en la cara, y yo, con una mirada que iba en el "no me metan en lios" y como mi doctora no sonreia, yo tampoco sonrei.

En ese momento se les acabo la risa.

Se pusieron blancas, abrieron la boca como queriendo decir "vayase a la mierda, siempre fue gata, no me va a decir ahora que es gato", pero solo la dejaron abierta por un tiempo que parecio horas.

Sin todavia poder creer lo que les decian, la doctora le estiro la mano, le tomo la suya y se la puso debajo del trasero de "la gata" y le dice:

- Siente esas bolitas?
- ... .... mmmmmmmmbbbfffsssmm........
- Eso no sale en las gatas.

Que increible salir de la casa con una gata para esterilizarla, y volver a la casa con un gato castrado.

En un cafe, de los muchos cafes que hay en el mundo, en una ciudad, de las muchas ciudades que hay en el mundo, escribo estas lineas... para ti.
:: a las 1:22 p. m., fueron palabras lanzadas a los vientos por Alvaro Roman!!!